Desayuno:
· Cereal integral (como avena o copos de maíz integrales) con leche o yogurt bajo en grasa.
· Rodajas de plátano o fresas.
· Una tostada de pan integral con mantequilla de maní o mermelada sin azúcar añadido.
Mitad de la mañana:
· Sándwich de pavo o pollo en pan integral con hojas de lechuga y tomate.
· Zanahorias baby o bastones de pepino.
· Un puñado de uvas o fresas.
Comida:
· Yogur natural bajo en grasa con frutas frescas o pasas.
· Palitos de apio con queso crema bajo en grasa o mantequilla de maní.
Cena:
· Pollo a la parrilla o al horno.
· Arroz integral o quinua.
· Brócoli al vapor o espinacas salteadas.
Snack antes de dormir:
· Una pequeña porción de manzana o pera en trozos pequeños.
· Un vaso pequeño de leche o leche vegetal.
· Bebida:
· Agua o leche son las mejores opciones para mantener al niño hidratado.
Es importante fomentar una variedad de alimentos en la dieta de un niño para garantizar que obtengan todos los nutrientes esenciales. También es fundamental tener en cuenta las preferencias individuales del niño y respetar su apetito. Evita el exceso de azúcares refinados y alimentos procesados, y opta por opciones saludables y ricas en fibra, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Además, asegúrate de supervisar siempre a los niños pequeños mientras comen para prevenir el riesgo de atragantamiento.
